El yajé es una sustancia alucinógena, que ha sido usada desde tiempos inmemoriales en las comunidades indígenas de sur América con fines místicos, adivinatorios y religiosos. Este bebedizo se obtiene mediante la cocción de una variedad de plantas nativas del Amazonas, una de ellas, y la más importante, es la ayahuasca, que en la lengua nativa significa, además de bejuco de la muerte, vino de los espíritus, de las almas, o de los ancestrales. El consumo de esta bebida genera alteraciones en la percepción del tiempo, alucinaciones, diferentes tipos de estados emocionales y tiene un fuerte efecto purgante en el organismo. La toma del yahé según los taitas (indígenas encargados de las ceremonias) debe realizarse de forma controlada y en medio de un ritual de purificación que ellos realizan. Actualmente esta bebida ha empezado a tomar gran fuerza en el contexto urbano donde muchas veces no se maneja con el debido respeto y control. Muchas personas motivadas por la inquietud de sentir los efectos de este bebedizo o por la necesidad de solucionar problemas personales han empezado a darle un uso indebido a estas plantas sagradas. No es la primera vez que los conocimientos y creencias indígenas se ven distorsionadas y mal usadas en nuestra sociedad, ya hemos visto casos como el de la marihuana, el éxtasis y la coca, que actualmente están prohibidas en nuestro país y son objeto del narcotráfico y rechazo social. Además de esto el consumo de yahé en condiciones inapropiadas se considera riesgoso, pues aparte de los efectos fisiológicos este tiene unas repercusiones psicológicas y espirituales (exaltación de las facultades extrasensoriales, entre otras), que pueden traer complicaciones mentales a la personas, se han visto casos de personas que después de la toma presentan problemas psicológicos. El yagé también es considero como una sustancia adictiva: “Su efecto 30 veces mayor al producido por la dietilamida de ácido lisérgico (LSD Lucy in the Sky with Diamonds, por el título de una canción de The Beatles), droga sintética producida por el hombre, que sobreestímula el sistema nervioso central. Esto significa que crea tolerancia, dependencia, y se investiga que también esté ligada con el síndrome de abstinencia que genera deterioro físico y psíquico”, explica la docente especializada en farmacodependencia, Ángela María Parra Bastidas, de la FUNLAM. En Colombia se han presentado casos de personas que se encuentran en rehabilitación por consumo de yajé y otros muchos casos de personas con problemas mentales producidos por las experiencias vividas durante el trance del yajé.
1 comentario:
Creo qué es un artículo muy pobre, y está repleto de sofismas, el tema del yage y en especial ''el yage en la ciudad'' son muy complejos de analizar, creo que un estudio propio etnográfico, (que no se asemeje al epígrafe digno de tv y novelas que ud), presenta se acercaría a una conclusiones más precisas. 2. Teniendo en cuenta que no se ha podido comprobar la dependecia física de ninguna plata enteógena, porque el término alucninogeno es además de despectivo, inexacto, tampoco se podría comprobar que tanta depedencia tiene frente al ácido lisérgico (LSD)(Que ciertamente no obtiene su nombre de la canción POSTERIOR, de John Lennon, el origen del nombre de la canción es un dibujo de Julian Lennon el hijo de John). Último por favor no llene el ciberespacio de más basura si va a opinar, por lo menos, tome Yagé o Peyote, porque no toma los testimonios de Gente curada de cancer, sida (si, el Sida se cura, lea el Negacionismo del Sida), gente con paralisis, esquizofrenia, adiccion a drogas tan fuertes como la heroina, en verdad el fenomeno del yage en la ciudad coge fuerza porque ya se perdio la fé en la deteriorada medicina tradicional.
Saludos!
Publicar un comentario